Яeflejo de unα ilusion♥

miércoles, 25 de agosto de 2010

Capitulo 10: El enfrentamiento.

El enfrentamiento.



A veces no importa cuánto puedas confiar y creer que conoces profundamente a una persona, siempre de alguna manera esta te sorprenderá. El mundo es misterioso, las personas son igual.

-Te encontré…- Logré escapar de mis cuatro caballeros, pude escabullirme entre la seguridad y ningún daño habia sucedido.

Habia atravesado con pasos firmes la mitad del instituto. Los grandes jardines se habían quedado con mis huellas y mi olor se habia impregnado en las rosas rojas, recorriendo cada uno de los lujosos salones estaba a punto de darme por vencida hasta que entonces la encontré. En uno de los jardines más hermosos de la escuela -tal vez el mejor- podía escuchar su voz naciendo entre el pasto verde y cristalino.

Una gran fuente de piedra que dibujaba la felicidad y paz adornaba todo el ambiente convirtiéndolo en mágico, orquídeas rojas crecían a su alrededor como espadas puntiagudas y exóticas resguardando por ella, como si la cuidaran de la más remota mirada. Un extenso jardín extravagante y precioso rodeaba esa gran fuente.

Entonces justo a unos metros de aquella fuente y a su lado derecho me encontré con el coro del instituto Pandora, el lugar excéntrico del cual ahora formaba parte. Las voces sonaban al unísono como ángeles melancólicos, una hermosa melodía se escuchaba, ese era un momento perfecto y memorable. Pero yo estaba lo bastante cansada y agitada como para seguir manteniendo el orden.

Hallé a Abril de la nada tan perfecta como siempre formando parte del coro con cada una de las chicas de mi salón. Riendo y coreando cada canción, parecían felices pero no importaba más. Estaba decidida a dejarme llevar por el ajetreo y el enojo.

-¡No puedo creer que hallas hecho algo así!

-¡Melanie! No esperaba verte por aquí. – Parecía sorprendida, como si no se pensara en encontrarme en algún pasillo ni más remotamente, sus acompañantes tenían el mismo rostro asombrado. ¿Es tan difícil vernos juntas? - Creí que la administración nos habia… - Sin esperar siguiente reacción la interrumpí. Era como si hubiese estado esperando por mí, como si supiera siempre que decir y escuchara cada paso decisivo e intentara calmarlo.

-¡Escúchame y cállate!

-En realidad es cállate y escúchame. Ya que no puedo escucharte con atención si estoy hablando. Asi que lo que dijiste es completamente… pero por supuesto que eso no importa porque ¿Estas molesta?- Al parecer no daba crédito a la situación. Podia ser bastante molestosa cuando se trataba de un asunto serio. Si a ella le importaba podría serlo, pero este no es uno de esos momentos. De nuevo sus palabras tenían ese extraño tono de voz dramático y autoritario.

-Un castigo... ¿eso no te dice nada?

-Melanie no tengo ni la menor idea de lo que estás… hablando. – Con aquellas palabras pareció haberle venido a la cabeza cientos de ideas y razones, habia cometido tal vez varias equivocaciones, estaba segura de ahora sabría la verdad.
-Yo creo que ya recordaste.

-¿Te parece si hablamos en un lugar más apropiado? – Ella no era asi, no hablaba con delicadeza y mucho menos con educación. La persona hermosa que se encontraba frente a mi parecía una burla inimaginable para mi verdadero reflejo. Esta persona parece haberse transformado en su peor pesadilla.

-¿Desde cuándo eres tan educada?- Me atreví a decir.

-Discúlpennos. – Tras decir estas palabras nos dirigimos hacia la gran fuente de piedra que parecía haber estado esperando por nosotras, mientras ella dejo esperando a una multitud de chicas que se mantenían venerándola.

-¿Cómo pudiste hacerme algo así? – Dije al fin en un soplo abrumado de voz. Solo quería la verdad.

-¿Estas molesta?...   
      
-No. No lo estoy. – Esa era mi verdad, no podía enojarme con ella. Simplemente no podía-. Solo estoy… sorprendida. Es decir… cuando dijiste castigo me imaginaba algo horrible, indeseado, ya sabes, ¡un castigo!… ¡no eso!

-¿Entonces lo estas disfrutando? ¡Lo sabia!

-¡No Abril! No lo estoy disfrutando. Y ese no es el punto. Me refiero a que ¿Por qué chicos?... ¿Por qué no chicas? Ellas no estarían coqueteándome todo el tiempo, no olerían perfectamente atractivas, su sudor no me daría asco y sobre todo no me sonrojaría todo el tiempo. ¿Sabes qué es eso?  Mis mejillas parecen tomates ¡tomates!
-Bueno hasta con chicas nunca sabes… - ¿Podría ser esto más vergonzoso? Ella hablaba enserio.

-Abril…

-Lo siento. Hey nunca nos hemos peleado… jamás… ahora que lo pienso es extraño pero… Mel… yo quería que fueras feliz.

-Aja… dime la verdad.

Acepto que yo fui quien le dijo a mama que debería de hacer… sabes bien como es…- Me mantuve esperando, con una mirada directa y desesperante ella accedería a decirme la verdad. Odiaba esa mirada- ¡Además queria que por primera vez esas hermosas situaciones de los mangas que leo se volvieran realidad! queria saber que podían ser posibles y no solo fantásticas y gracias a ti lo sé ahora… oh no…

-¡Oh si!... ¡Sabia que esa era la verdadera razón! ¡Jamás fue porque yo estuviera feliz! Soy tu objeto de pruebas.

-Sí. Ya lo acepto. ¿Para qué te digo que no? Pero mira el lado bueno eres un objeto muy lindo. Además todas las chicas del instituto solo hablan sobre ti, no saben cómo hiciste que los cuatro chicos mas lindos te siguieran tan fervientemente y además te admiran. Deberías disfrutar de esto ¿no es lo que querías? ¿Ser aceptada?- Por fin salía a la luz la verdadera personalidad de Abril.

-No quiero convertirme en una deidad. Gracias. ¿Sabes Abril? Jamás creí que alguien convirtiera algo fantástico en algo real, como tampoco creí que mi hermana hiciera algo asi, pero como siempre ¡tú superaste mis expectativas!

-¡Gracias! Hasta que alguien valora mi atrevimiento. Debo decir que no fue nada fácil… encontrar a cuatro tipos atractivos con la misma personalidad que cada uno de los personajes de “El beso de la rosa” fue difícil… y acerté con ellos… bueno casi con la mitad… Arón y Nicholas son idénticos a Mitsuru y Seiran, Marcus es de algún modo parecido a Mutsuki por los chismes pero realmente no creo que sean iguales y Peter no tiene absolutamente ningún parecido a Kaede, más bien creo que Marcus es una combinación de Mutsuki, Kaede y su propia personalidad. ¡Qué decepción! ¡Pero no te preocupes estoy segura de que igual servirán!

-¡Lo dices como si los fueras a utilizar!

-¿Yo? ¡Pero qué cosas dices! ¡Tú eres la única que puede utilizarlos! Puedes pedirles lo que quieras, cualquier cosa, lo que desees… ¡Melanie eres tan dichosa!

-¿Pero qué cosas tan asquerosas y depravadas estas imaginándote? 

-¡Yo no he dicho nada! Tu lo estas insinuando.

-Abril… no puedes hacer esto. No puedes utilizar a las personas como objetos y mucho menos hacer que se parezcan a personajes ficticios.

-Lo sé… ¡Pero es tan divertido!

-Creí que lograrías entenderlo.

-Aunque la principal razon por la cual lo hice fue porque quería ayudarte. Te has pasado toda una vida alejada de los demás, sin saber cómo comportarte o hablar. Quiero que aprendas a estar con personas a tu alrededor halagándote y disfrutando de tu compañía sin que te pongas nerviosa o simplemente te sonrojes. Por ello he puesto a tu mando a los cuatro jóvenes más perfectos y hermosos de todo el instituto. Son cuatro tipos de chicos diferentes: Arón el típico príncipe vanidoso, Nicholas el inmaduro y tierno creo que este tipo es el más difícil porque es imposible decirle que no, Marcus el rebelde y Peter el misterioso. ¿Qué más podrías querer?

-¡No los quiero!

-¿Qué fue lo que dijiste?... es imposible, ¿Qué te pasa? Todas quisieran que ellos les prestaran toda su atención como lo hacen contigo y tu solo vienes y te quejas ¿Acaso tu…?

-¡Ni te atrevas a insinuarlo! – Le advertí algo exaltada.

-Lo siento. Pero no lo entiendo. Cualquiera estaría más que feliz.

-¿Querías que fuera castigada no es asi? ¡Pues aquí tienes tu respuesta! Los odio, no puedo estar con ellos. Son demasiado caballerosos y groseros, coquetos y tiernos, siempre saben que decir, simplemente no lo soporto mas. ¡Quiero que se alejen de mí!

-… Se irán de tu lado cuando aprendas a manejar las situaciones… claro si es que en ese entonces tu de verdad querrás que se alejen de ti… - De nuevo ese tono coqueto y sabio se deslizó por sus palabras. De nuevo algo mas me habría de pasar.
-¿Por qué no habría de querer?

-Con el tiempo lo descubrirás. No lo sé… tal vez las situaciones que ahora son abrumadoras luego puedan ser muy oportunas…

-¿Qué? ¿Por qué motivo yo desearía que me sigan tratando así? ¡Son desesperantes! Me conocen demasiado bien… ¡como si al verme a los ojos supieran que es lo que pienso! … y eso…

-¿y eso es…?

-… Molesto…
-Ya veremos.

-Mi decisión no cambiara.

-Lo que tú digas Mel. Nunca sabes que podría pasar… - Se alejo de la enorme fuente que se mantuvo todo este tiempo escuchando nuestra conversación. Parecía darle la razón. ¿En verdad mis sentimientos podrían cambiar?