Capitulo 3: Los secretos detrás de la mascara.
Los secretos detrás de la máscara.
-Cuéntame tu historia-le pedí sentada en una de las bancas del extenso jardín de la clínica. Mientras mi enfermera Marilín preparaba unas medicinas a unos metros de mí.
Sabía que jamás me contaría, ya que yo no tenía ninguna importancia ni valor para él, no desperdiciaría su tiempo en contarme algo tan delicado, no a alguien que odia y solo quiere utilizar. Pero aun así me pareció bien hacer un intento.
-Fue hace tanto tiempo que casi se ha borrado de mi memoria…-comenzó.
Me sorprendí tanto de su reacción calmada y amable, habia quedado perpleja, pero decidí dejarlo pasar por alto, intente no tener ninguna reacción interesada por lo menos en las facciones de mi rostro, ya que de lo contrario el no me lo contaría.
Evan tomo mi mano y con ese tacto pudo de alguna forma trasladarme al recuerdo casi vacío que guardaba aun, un recuerdo que no podia explicar, ya que si lo intentaba las lágrimas simplemente no lo dejarían, entonces observé y escuché atenta.
Nací y crecí en México, sin embargo mis padres y sus ancestros siempre fueron españoles, podría decirse que soy español, pero por ley soy mexicano, en realidad ser mexicano o español no me importaba, no encontraba diferencia alguna entre uno y otro.
Yo al igual que muchos de mis compañeros estudiantes de la UNAM y del IPN decidimos armar un movimiento estudiantil <>, jamás tuvimos otros planes en mente, era algo inocente. En el cual participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas que decidieron unirse-entre todos ellos niños que los acompañaban-. Nos juntamos en la Plaza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, el fervor corría por mis venas-aun lo recuerdo-junto con toda esa adrenalina, me sentia feliz, todos acompañando nuestras ideas y opiniones; además ese era el día de mi cumple años y si lográbamos nuestro objetivo sería el mejor regalo que habría de recibir en toda la vida. Recuerdo a mi madre persinandome antes de salir de casa, recuerdo su cara de preocupación ya que no pasaría el día de mi cumple años festejándolo con ella, mas aun le habia prometido regresar temprano para festejar. Ella no iría ya que estaba demasiado enferma y no queria cansarla, prometí que todo estaría bien, asi que decidió dejarme ir.
No recuerdo la hora exacta, pero recuerdo ver a todos los soldados cuidando que nada se saliera de control en nuestra manifestación, ellos parecían de acuerdo con lo que decíamos, ¿Qué mas podría ser mejor que el apoyo del ejército?, todos creíamos que ese era un paso importante para un gran avance en México, ¡era algo extraordinario!, pero de pronto entre tanto bullicio sin más ni menos uno de nuestros compañeros cayó al suelo, muchos se preguntaban qué era lo que sucedía, cuando nos dimos cuenta de que fue víctima de una bala en la cabeza-habia muerto fríamente-. Sin esperar siguiente reacción un soldado callo a los pies de una señora, esta horrorizada dio un grito ensordecedor, estábamos en shock, pero al instante en el que el pequeño hijo de aquella señora cayó al suelo victima de 3 balas en el pecho, el horror se esparció por todo el lugar, y de pronto comenzaron a llover balazos que parecían caer del cielo libremente, todos corrían para esconderse, pero el hecho es que no habia donde, las balas provenían de franco tiradores establecidos en las habitaciones de cada uno de los edificios que rodeaban la plaza. Las personas caían muertas uno tras otro, se veían cuerpos inundando todo el lugar, mataban sin excepción alguna: maestros, estudiantes, espectadores, mujeres y niños…- los ojos de Evan se llenaron de lagrimas amargas, yo me encontraba más que horrorizada, no podia decir ninguna palabra, estaba atónita ante esa historia, mas por primera vez desde que nos conocimos pude observarlo bien: tenia el cabello color caramelo que caía levemente por su frente ya que tenia el cabello algo rizado un estilo no tan utilizado en su época, la nariz perfilada, labios carnosos y definidos, la piel color porcelana, tenia un cuerpo frágil y delgado, y su voz era dulce y varonil, parecía un tipo algo intelectual. Pero en esos momentos el tenia la voz tan cortada que las palabras se habían cambiado por quejidos de dolor, mas aun Evan continuó-… la verdad es que nadie se interesaba por los otros, lo único que interesaba era salir vivo de ahí, pero era inhumano no pensar en cada una de esas personas intentando salvar su vida-las pocas personas que intentaban ayudar a otras habían muerto, por lo cual cada quien decidió cuidar por sí mismo y nadie mas-, sobre todo en las mentes de cada uno de todos los que nos encontrábamos corriendo sin dirección especifica abundaba la duda y el por qué. Recuerdo que estaba a punto de esconderme detrás de un edificio, nadie podría verme ahí, pero de alguna forma decidí mirar por última vez aquella aterradora escena, puedo asegurarte que habían mínimo 300 muertos, sangre por todo el suelo, y personas cayendo uno tras otro, niños pequeños sin culpa alguna, todos estaban muertos. De pronto -entre la multitud que aun no habia logrado escapar- llamo mi atención un hombre que corría entre las balas, que al ver tal atrocidad se dio por vencido, cayó al suelo cual pluma y comenzó a llorar de dolor, se le veía realmente sufriendo, cuando pude ver su rostro encontré que era mi maestro de literatura, al cual yo siempre habia venerado, no podia dejarlo morir, simplemente no podia, asi que regrese y de alguna forma salí libre de algún daño, entonces levante su rostro, estaba tan asustado y temeroso como yo, no puedo transmitirte en palabras la frustración y el enojo que sentia, no era justo… no era justo. Dime: ¿por qué asesinar a personas inocentes que solo querían dar su opinión?, ¿Por qué?, ¿por qué a esos pobres niños…? ¿Por que apartarlos de la vida…?-
-¡Maestro!, ¡levántese!, ¡por favor!, ¡maestro!, si alguna de esas balas nos da moriremos, ¡por favor, levántese y corra, por favor, tiene mucha vida por delante!-el me miro frustrado y sus ojos se iluminaron, tal vez yo era más que un estudiante para él.
-no puedo… no puedo- su llanto era tanto y a tal grado que lo demás parecia haber desaparecido, sus ojos parecían muertos, sus manos estaban temblorosas, y miraba aterrorizado cada uno de esos cuerpos-¡porque!-gritaba una y otra vez, frustrado, el ya no podia mas, asi que tome la decisión de levantarlo, el se apoyó en mis hombros y comenze a caminar lo más rápido que pude…
-Gracias hijo, que dios te lo pague-su llanto habia cambiado de tristeza a alegría, por fin alguien que se interesaba por su vida, entonces el recobro la fuerza y comenzamos a correr, estábamos a pocos momentos de llegar a salvo tras ese edificio, pero de pronto todo se oscureció…todo se oscureció…
Al abrir los ojos, muerto estaba ya, una bala habia entrado por mi cuello libremente, habia lagrimas aun en mis mejillas, y la sangre seguía saliendo a borbotones, entonces supe que mi madre jamás me volvería a ver llegar a casa otra vez…
Mi maestro se encontraba sentado a un lado de mi llorando y dando las gracias de haberlo salvado, mientras se preguntaba porque, me abrazaba con tal calidez que casi podia sentirlo, pero estaba de algún modo feliz porque morí salvándole la vida a alguien más.
Observe a mi alrededor, las almas de cada uno de los cuerpos contemplaban aun la escena, parecían confundidos, los niños sabían perfectamente que habían muerto y se dirigieron hacia un brillo esplendoroso hasta desaparecer… cada uno se fue yendo, tan solo algunos como yo decidieron quedarse, entonces observamos como a los que habían quedado vivos los atraparon, los encerraron y torturaron hasta morir. Ese fue el día más siniestro de México, y si quieres saber que fue lo que paso con todas esas personas que nos habían asesinado… salieron libres, porque aun que no lo creas ellos fueron enviados por Gustavo Díaz Ordaz el presidente en ese entonces, ¿ahora entiendes el porqué quiero venganza?... esta es mi historia-. Al terminar de decir estas palabras Evan en mi mente, soltó mi mano y su tacto frio desapareció, el simplemente se desvaneció en el aire, pero esta vez todo fue diferente, el no me introdujo esos sentimientos de enojo y furia, el no quiso utilizar mi cuerpo para causar un desastre, no lo necesitaba. El habia logrado mostrarme su frustración, terror y tristeza a través de esas palabras, y yo lo entendía a la perfección, ahora sé el porqué de su actitud, siendo sincera yo pensaría lo mismo si esa historia me hubiera ocurrido a mí.
-Melanie ¿Por qué lloras?-pregunto una enfermera amablemente, le obsequie un mirada dulce, la mire a los ojos por primera vez, ella pareció sorprenderse, ya que jamás observaba a nadie cuando me hablaba-¿mama vendrá a visitarme hoy?-dije con voz entre cortada.
-sí, pero antes debes contarme que te sucede, ¿acaso algo te molesta?-preguntó interesada, se sentia la bondad resbalando de su voz.
-no… solo quiero verla. ¿Alguna vez te sentiste ofendida por saber que el mundo y la vida no son justos?...-debo aceptarlo, Evan me parecia un joven demasiado fuerte, yo por el contrario con un pasado asi, no podría soportarlo, sería como vivir sabiendo que jamás vendrá la muerte, y seria vivir muerta todos los días.
-Muchas veces, suelo llorar cuando lo pienso y tal vez la vida no sea justa, pero es por eso que no debes tomártela muy enserio, mas aun así, todo sucede por algo, siempre hay una razon por la cual nos suceden cosas. Y si aun no eres feliz entonces es porque no has llegado al final del camino- me dedico una cálida sonrisa y entonces dijo-tu madre ya está aquí Melanie-y detrás de ella mi mama corrió a abrazarme con dulces lagrimas en los ojos…
Pd: Todos y cada uno de los datos utilizados en esta novela son basados en hechos y palabras reales, nada es inventado.
La clarividencia, datos acerca del fin del mundo, la esquizofrenia, la clínica en la cual esta Melanie, la batalla de Tlatelolco son sacados de información real.
Este capitulo fue hecho basado en un testimonio real, contado por la persona que lo vivió, yo lo transcribí para hacer esta capitulo, la persona que contó este suceso fue el maestro quien vio morir a su alumno frente a el, contó esto para una entrevista a una televisor, con este capitulo pretendemos mantener la memoria de cada uno de los asesinados en la matanza.
R.I.P
fotografía real del 2 de octubre, plaza las tres culturas.
Etiquetas: capitulo 3, la historia de evan, la visita
3 comentarios:
mi vida!
me nkanto!
ahora entiendo a evan un pokito...
i lo del maestro era de vrdD?
pobres la vrdD
ke bueno ke el pudo sobrevivir
pero ver a los demas muriendose
no! ke feo =z
la vrdD a mi no me gustan esas kosas
matar a gente asi pke si
me parece demasiado injusto
bueno paso aki rapido
kuidate
bye!
ooh me encanta tu historiia todo...es tan..disculpa por decirlo asi : pero corta vena XD...ooh pensar que algo tan feo pudo pasar...y sin motivo alguno..!!!
woou y eso del profesor es tan feo T.T casi lloroooo...q en paz descansen..!!!
tienes un talento nato <3
me encanta tu historia :)
nunca dejes de escribir porque eres genial
me he leido los 3 capitulos hoy y, de verdad, es una historia increible
este capitulo me hizo llorar pero aún así fue precioso
no deberia haber pasado aquella tragedia...
besos!
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